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miércoles, 10 de septiembre de 2008

león trotski: la muerte de essenin

Nuestra época es dura, es quizás una de las épocas más duras en la historia de la humanidad llamada civilizada. El revolucionario nacido en este tiempo está dominado por un patriotismo apasionado de su época, de la época que es su patria en el tiempo. Essenin no era un revolucionario… Era el más íntimo de los poetas líricos. Ahora bien, nuestra época no es lírica. Tal es la razón principal por la cual nos ha dejado, a nosotros, y a su época, voluntariamente y tan pronto… Era íntimo, tierno, lírico. La revolución es pública, épica, catastrófica. La corta vida del poeta se ha interrumpido por una catástrofe… Su temperamento lírico no habría podido conocer un desarrollo completo más que en una sociedad armoniosa, feliz, viviendo entre cantos, donde no existiría la lucha, sino el amor… Esa época vendrá. Nuestro tiempo, aún pleno de luchas implacables y salvadoras del hombre contra el hombre, será seguida de otros tiempos -precisamente de épocas preparadas para la lucha de hoy-. Con ella se afirmará el lirismo. La revolución conquistará por primera vez, para todos los hombres, no solamente el derecho al pan, sino también el lirismo. ¿A quién dirigía Essenin su supremo adiós escrito con sangre? Quizás al amigo aún no nacido, al hombre futuro cuya llegada algunos preparan combatiendo, mientras que los Essenin lo anuncian cantando.
VICTOR SERGE, Le tournant obscur, Les fles d`Or, Plon, París.

domingo, 10 de agosto de 2008

Sobre el arte

“El o la artista debe tener libertad para seguir sus propios sentimientos y creencias. Una libertad artística tal es incompatible con el régimen capitalista, en el que bancos y monopolios lo deciden todo, desde la producción de franelas a la producción de música, pintura y literatura, en función de las ganancias. El arte sólo será libre en una sociedad en la que todos los hombres y las mujeres sean libres y en la que las relaciones monetarias sean reemplazadas por genuinas relaciones humanas, es decir, por el socialismo. Sólo en una sociedad basada en la planificación democrática y armoniosa de las fuerzas productivas podrán los hombres y las mujeres obtener un control racional sobre sus vidas y destinos. Sólo en una sociedad semejante podrá el arte arrojar las marcas de la esclavitud y adquirir la condición de arte humano.”
L.D. Trotsky