lunes, 13 de octubre de 2008

Briski y Zanon, el teatro y la politica

Noticias (La Mañana de Neuquen)

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ESPECTACULOS - 13.10.2008
Un hacedor del arte y la lucha

Norman Briski dialogará hoy con los alumnos de la Escuela Superior de Bellas Artes.
El encuentro será por la tarde, donde compartirá su experiencia en los grupos Octubre y Brazo Largo como formas de expresión actoral.

Neuquén > El reconocido actor Norman Briski llegará hoy a la ciudad, en una visita organizada por el equipo de teatro de la Escuela Superior de Bellas Artes, con una colaboración especial del Centro de Estudiantes.
Uno de los objetivos es brindar una charla en la sede de Bellas Artes (Lanín 1800), donde alrededor de las 16.30 se encontrará con los alumnos de la institución.
El hecho de promover la visita de Briski a esta ciudad tiene para los estudiantes de Bellas Artes la finalidad de generar espacios de autoformación actoral, más allá de los límites de las instituciones académicas. Para los organizadores, además, es importante promocionar las actividades que se realizan en la Escuela dada la reducción que se ha producido en la matrícula en los últimos años.
Dada las vinculaciones entre el Centro de estudiantes de Bellas Artes con el frente de Artistas, Estudiantes y Trabajadores de la Cultura por la expropiación de Zanón, se aprovechará la visita de Briski para que el actor brinde por la mañana de hoy una conferencia de prensa en la fábrica (Ruta 7).
El actor tiene una reconocida trayectoria vinculada a la militancia y a las luchas sociales, ya sea con su trabajo en el grupo de artistas “Octubre”-formado en los ‘70- como también su vinculación al peronismo de base que lo condujo a un exilio de 10 años.
La actividad de Octubre fue retomada ahora, en cierta medida, con su actividad en la agrupación Brazo Largo.

Aporte social
“Para mí es un halago que quieran contar conmigo y lo único que tengo que hacer en Zanón es escuchar la experiencia porque es un ejemplo de lo que significa trabajadores que sienten que su lugar de lucha es también su lugar de trabajo, y que merecen que ese lugar sea de ellos como una propiedad de la gente y no una propiedad de patrones”, señaló Briski. Hace más de dos décadas que el artista creó su propio reducto, el Teatro “Calibán” donde se experimentan diferentes vertientes del teatro y dicta sus clases.
La propuesta de Brazo Largo, al igual que la de Octubre en su momento, es la de trasladar el teatro a distintos espacios sociales para luego, a través de la dramatización, reflejar sus problemas. “Una vez que uno tiene los elementos de lo que pasa en la realidad, desde ahí se busca la estética que podría corresponder a eso”, explicó el actor, “este teatro no sólo trata de mostrar para afuera lo que fue esa historia, sino también de colaborar a poner de manifiesto las contradicciones que pueden existir dentro de la lucha”.
Respecto del trabajo puntual en fábricas recuperadas por gestiones obreras, Briski cuenta con un importante antecedente, a partir de su participación en la formación del grupo de la Imprenta Patricios. “Es un grupo que se creó dentro de la fábrica y desarrolló una obra de teatro que es la historia de cómo sus trabajadores llegaron a hacer que la imprenta sea de ellos. Fue una larga lucha que se desarrolló por años.
Después de sueldos no pagos, de un desalojo policial y de otras muchísimas vicisitudes que los hicieron fuertes y concientes de que las cosas son de quien las trabaja”, comentó Briski, “me da la impresión de que hubo una enorme amistad y un enorme afecto entre los trabajadores, que fue un elemento muy importante para el sostén de una lucha.
No es solamente la coincidencia en términos reivindicativos-políticos, sino que también hay una vinculación de años de una experiencia de explotados compartida que los lleva a conocer su mutuo sudor”.

Escasa conciencia política
A diferencia de lo que sucedía con experiencias como las de Octubre donde los actores tenían una gran formación política y no tanto dramática, porque creían en el teatro como instrumento político de eficaz para hacer llegar un proyecto a las mayorías, “Brazo Largo, lo que tiene de distinto es que la formación es mucho más alta de los actores, tienen mayor experiencia actoral y al mismo tiempo en la formación como militantes tienen todavía muchas carencias”, afirmó el artista.
Si bien actualmente Briski está completamente alejado de la política partidaria, nunca deja de manifestar su apoyo a las diferentes modalidades de reivindicación popular.
“Yo estoy cerca de las luchas populares, que me parecen la manera más legítima de acompañar algo que tenga que ver con los trabajadores de abajo y ver en el futuro si eso puede o no tener unas alternativas de coordinación con unas luchas de este tipo. Pero no estoy ni esperanzado, ni desesperanzado, hago. Hago con los demás y lo hago con alegría y con muchísimo entusiasmo, eso es todo. No me da la impresión de ser un momento que se está creando una alternativa real, más allá de que hay síntomas de mucha gente de querer juntarse y reagruparse”, indicó el director. El artista opina que, hoy por hoy, la mayoría de los grupos de teatro y los nuevos dramaturgos intentan evitar cualquier vinculación con temas políticos y que la mayor parte de la experimentación en teatro está más ligada al entretenimiento, concepción del arte de la que él se separa rotundamente. “Creo que el teatro que no moviliza, no tiene sentido. Un teatro que no irrita, que no pone a la gente en la pregunta, no tiene sentido. Hacer un teatro placentero es sólo colaborar con el consumo”, concluyó.

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